INTRODUCCIÓN:

Arcos de la Frontera se encuentra al norte de la provincia de Cádiz en una excelente posición estratégica entre la Campiña Jerezana y la Sierra de Grazalema. El centro histórico (declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1962), en el área intramuros, se asienta sobre un elevado cerro a más de 185 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto. Destacando en la ladera suroeste una imponente Peña, catalogada como Monumento Natural desde 2011, una espectacular formación geológica fruto de la erosión del río Guadalete, que rodea el municipio.

PATRIMONIO CULTURAL, NATURAL E INMATERIAL:

Los turistas que vengan a visitarnos no pueden perderse nuestros principales recursos turísticos:

1. Entre su patrimonio histórico-artístico destaca el entramado urbano del centro histórico formado por numerosas Casas-Palacio (la mayoría de propiedad privada de las que pueden verse sus fachadas originales desde el exterior), el Castillo de Arcos (también de propiedad privada perteneciente al Marquesado de Tamarón aunque se permiten visitas en su interior hasta 4 veces al año), la Basílica de Santa María de la Asunción, las iglesias de San Pedro, San Agustín y San Juan de Dios, los Conventos de los Jesuitas (inacabado tras la expulsión la Orden en 1767) y las Mercedarias Descalzas (famosas por la venta de dulces caseros), el Palacio del Mayorazgo (actual Delegación municipal de Cultura con diversos espacios culturales), el Museo de Arte Sacro (Antiguo Convento de la Encarnación), el Centro de Interpretación Ciudad de Arcos (CICA) donde se ubica también la Oficina de Turismo y la única puerta superviviente de las tres que rodeaban históricamente la muralla: la Puerta de Matrera.

2. En cuanto al patrimonio natural, destaca la Peña de Arcos y la Cola del Embalse del Lago de Arcos (declarado como Paraje Natural en 1989 y Zona de Especial Protección para las Aves desde 2002), en cuyo pleno paraje natural se ubica una pequeña playa artificial con un área habilitada para el baño e ideal para los más pequeños. Además, de una gran oferta de actividades náuticas gestionadas por el Club Náutico de Arcos.

3. En relación al patrimonio inmaterial, destacaremos cinco grandes eventos que tienen lugar anualmente: el Carnaval, celebrado en febrero, con una larga tradición desde inicios del siglo XX y sobreviviendo clandestinamente durante la dictadura hasta su pleno resurgir en los años 80; la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía; la Velá Flamenca de las Nieves en honor a la Patrona los primeros días de agosto; la Feria en honor a San Miguel (Patrón de Arcos) celebrada la última semana de septiembre; y las Navidades, cuando tienen lugar las célebres Zambombas (que junto con las de Jerez, están declarados como Bien de Interés Cultural desde 2015) y el Belén Viviente, declarado como Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, celebrado cada segundo sábado de diciembre en el que todo el casco histórico viaja en el tiempo hasta el siglo I representándose diferentes escenas de la Natividad, atrayendo en una sola tarde a miles y miles de turistas.

BREVE HISTORIA DE ARCOS DE LA FRONTERA:

Con respecto a la Historia de Arcos, los primeros asentamientos se inician en época romana en diferentes ubicaciones del actual término municipal (el 2º más extenso de la provincia de Cádiz tras el de Jerez de la Frontera), refiriéndose las fuentes escritas al cerro sobre el que se asienta Arcos hoy día como Arx-Arcis (traducido como fortaleza en altura).

Aunque la fundación de la ciudad como tal llegará con la conquista islámica del sur de la Península Ibérica a principios del s. VIII, cuando se produce el primer asentamiento urbano en una posición estratégica privilegiada para controlar todo el territorio circundante desde la altura de la Peña. Hasta que a principios del siglo XI se erige como Reino independiente de Arcos (en el contexto de los Primeros Reinos de Taifas) siendo conquistado por la Taifa de Sevilla casi un siglo más tarde. Durante este período se configura el entramado urbano original de la ciudad con un plano de calles estrechas y trazado irregular, la construcción de la Alcazaba andalusí (convirtiéndose más adelante en Castillo Ducal), el amurallamiento del núcleo urbano principal y los molinos en la ribera del Guadalete.

Posteriormente, durante la segunda mitad del siglo XIII se produce la conquista cristiana de la ciudad por Alfonso X el Sabio hasta en dos ocasiones debido a su carácter fronterizo (en el año 1255 y, definitivamente, en 1264), que le ha otorgado el apellido toponímico de la Frontera. Tras la conquista cristiana, Arcos tuvo un período de expansión urbana más allá de las murallas de la ciudad musulmana y la construcción de diferentes edificios religiosos (iglesias, conventos, hospitales, capillas, etc.) así como numerosas Casas-Palacio de las familias nobles que habitaban la ciudad, destacando a los Ponce de León, cuya familia ostentó el Ducado de Arcos durante más de tres siglos (ss. XV-XVIII).

Más adelante, durante el siglo XVIII, la ciudad continúa en expansión, surgiendo tres barrios periféricos que, junto al núcleo intramuros, configuran el entramado urbano de Arcos: la Corredera, donde se ubican las residencias de la burguesía; San Francisco, en torno a la iglesia franciscana del siglo XVI; y el Barrio Bajo, cuyo origen se encuentra en un antiguo arrabal morisco a las afueras de la ciudad.

En el siglo XIX, en el contexto de la Guerra de la Independencia (1808-1814), el ejército napoleónico causó numerosos daños en el patrimonio de la ciudad y, especialmente, en el Castillo que fue bombardeado y usado como cuartel general y almacén de artillería. Durante las últimas décadas de este siglo, se produce un fuerte estancamiento económico y una crisis social que se alargará durante gran parte del siglo XX, acentuado por la Guerra Civil y la posguerra.

Sin embargo, a partir de la década de los 60 se produce un desarrollo del sector turístico que trae consigo una ligera mejora de la calidad de vida en el municipio y un crecimiento demográfico considerable tras décadas de éxodo rural. En 1962 se declara el centro histórico como Monumento Histórico-Artístico Nacional con el fin de preservarlo junto a diferentes edificios históricos ya declarados Bienes de Interés Cultural durante la II República. Finalmente, en 1966 tiene lugar la construcción del Parador Nacional que confirmó el interés turístico del municipio y su consiguiente revalorización.

GASTRONOMÍA:

En nuestro municipio, los visitantes podrán disfrutar de una rica y variada gastronomía procedente tanto del mar como de la sierra. Destacar los platos típicos más populares como la alboronía, el ajo molinero, el abajao y la berza arcense. En cuanto a la parte más dulce, los turistas no se pueden perder los tradicionales bollos de Semana Santa (tan populares que se venden durante todo el año) y los dulces artesanos que salen del obrador del Convento de las Mercedarias.

¡Ven a disfrutar de Arcos de la Frontera!

ARCOS, TIERRA QUE INSPIRA.

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